Los ecosistemas insulares son sitios de alta fragilidad y singularidad en cuanto a dinámicas ecológicas y socio-económicas. A su vez, las islas volcánicas, con el tiempo, has desarrollado altos índices de endemismo en si flora y fauna. El archipiélago Juan Fernández, es el que posee el índice más alto de endemismo el el mundo, considerando su pequeña superficie. Esta singularidad, más la fragilidad de este ecosistema insular, y por supuesto las actividades y eventos de origen antrópico, han dejado al archipiélago, en un estado crítico de conservación y deterioro que empeora con el tiempo. La perdida de biodiversidad por introducción de especies invasoras, la tala de arboles endémicos, incendios, entre otros, ha dejado a la gran mayoría de estas especies únicas en estados críticos de conservación e incluso ha llevado a varias a la extinción.